Domingo tras domingo (los grandes juegan los domingos) siempre pasa la misma historia hace ya más de un torneo. Desde la llegada de Falcioni, el equipo cambio mucho. Pero recién 21 fechas más tarde se puede ver el resultado de su proyecto. Un poco tarde para lo que estamos acostumbrados, casi lógico para lo que debería ser un proyecto medio.
Domingo tras domingo, siempre la misma historia. Durante o post partido, el chat arde criticando a jugadores que cada uno tiene como malo, o que no cumple. El mío es Erviti, el de los demás.. sin nombres. Aquí una pequeña critica y respuesta a cada jugador discutido (al menos por nosotros).
Orión: “Esa plata por Orión?, traigamos a Villar”. En la previa parecía muy acertado el comentario. Justo tuvo una buena copa America, y aunque venia sin ritmo de su equipo en Europa, siempre se supo de sus cualidades. Pero hoy Villar sufre en estudiantes. Errores muchos y poca seguridad. Distinto es lo de Orión. Sin complicarse saca lo que debe sacar. Esta bien respaldado por los centrales, y no se complica de mas. Cumple, y por ahora, con algunas tapadas bonus.
Somoza: “Esta viejo”, “Velez lo vendió por ser cabaretero, era el que quería echar a Gareca”, “Para que otro 5, si ya tenemos muchos”. Un primer torneo flojo. La suplencia le caía bien, pero no se concretaba. Desprolijo. Pero estas ultimas tres fechas y algunas a fin de campeonato pasado fueron bastante buenas. Más allá de que siempre termine amonestado, cierra bien los espacios que dejan Erviti y los laterales que suben. A veces cubre lejos. Pero en la realidad de hoy, mucho no se lo puede criticar. Ni la recuperación de Battaglia pareciera que le va a quitar la titularidad.
Rivero: Poco pudo hacer el torneo pasado con la mandíbula rota. Vino a cambio de Matías Gimenez, un cambio que a primera debía venir bien, y así fue. Mejor que Gimenez casi cualquiera. El error esta en pensar que vino a ser estrella. Lejos de su realidad por fecha de nacimiento, y por características de futbol, Rivero es un recuperador que puede ser descarga. No le pidas que cabecee. Errores como algunos, aciertos como otros, Rivero de a poco se afirma como un compañero de Somoza agregándole al factor sorpresa cuando llega hasta el fondo.
Erviti: La joya de Falcioni. El “crack” de Banfield. Ese que se hizo figura cuando salio campeón. Con fama de buen pie. Ese que costó más de 4 millones de dólares más su contrato poco barato. Probaron que haga la franja izquierda, pocas oportunidades de enganche, un falso doble 5, y alguna otra posición más. Fracaso estrepitosamente durante 20 fechas. Pero en las últimas viene aportando eso para lo que se contrato, eso que estaba lejos de hacer antes: Aportar en ataque y creación. A no dejar que el gol engañe, su aporte importante pasa mas por ser el volante que crea en los lapsos que Riquelme descansa. No había soportado la presión, ahora con pocos aportes (al menos los hace) ya se nota su presencia. Lo mínimo que se le exigía, ahora al menos lo cumple.
Viatri: “Ese ladrón de peluquerías”. LA sombra de Palermo no iba a ayudar a nadie. Ni si fuese Batistuta. Nadie sobrevive si se lo compara con el más grande. Pero las victorias ayudan a pasar por alto algunas cosas. Viatri se erra goles. A veces tiene poco peso en el área porque sale a buscar demasiado atrás. Y muchas, incluso a veces demasiado, abusa de su buen pie. Pero es justo ese buen pie que le da un plus. Puede salir a pivotear, armar, habilitar y hasta crearse situaciones. Los errores los tiene cualquiera, son los aportes los que uno tiene que mirar cuando se trata de atacar. Y Viatri aporta. Sin ser crack, sin pensar que será el próximo Palermo, mientras cumpla con una cuota básica de goles, no habrá mucho que reclamarle a Lucas. Ah, ahora ya tiene contrato con Nike. Tampoco se si para tanto eh.
Riquelme: Mucho se espera de él. Uno de los mejores de la historia. La contratación y el contrato más alto. El que genera más ruido por periodistas y futbolistas. Nada de todo esto esta a la altura de su futbol. Lejos de aquel que definía partidos en copa libertadores, este Riquelme es una sombra. Corre menos, tiene menos gol, da menos asistencias, y su físico mermado no le permite la regularidad que todo jugador necesita. Aun así, le alcanza para ser de lo mejor en Argentina. Boca juega a su ritmo. Arma el ataque. Te maneja los lugares y los espacios. Sigue teniendo la capacidad para influir más que la mayoría. Tal vez no alcance con eso a nivel internacional. Pero acá, sigue siendo uno de los mejores jugadores en lo que hace. Y el miedo que le tienen los rivales, lo hace más peligroso todavía.
Ojalá ayude a que todos miremos a Boca con una mirada mas imparcial de nuestros sentimientos hacia el jugador, y podamos criticarlos por lo que verdaderamente pasa en la cancha y no en los diarios. Como dirían otros... por lo menos, así lo veo yo.