Seas hincha de River, Boca, Independiente, Racing o cualquiera de los demás, no impide que todos queramos e idolatremos al Burrito Ortega. Habría que ser anti fútbol para no gustarte este muchacho. De chiquito ya deslumbraba en River, tiraba unos enganches majestuosos quebrando la cintura y dejando descolocado a sus marcas. Hoy, todavía lo tiene, y por más que sean un poquito más lentos los enganches, siguen siendo efectivos y mágicos. Esos pases 3 dedos que da, con una visión en ataque, son admirables. Quien no querría jugar así?. Todavía recuerdo grandes partidos del burro, como un Boca – River, donde hace 2 goles. O el que mas recuerdo de él, un Argentina Inglaterra en el mundial 98. La descosió y por más que no se reflejo en el resultado directamente, estuvo imparable.
En el fondo, todos aspiramos a ser un jugador como él. Entramos a una cancha y empezamos a tirar enganches, pases tres dedos, y hasta a alguno se le escapa un cabezazo. Cuando hacemos el enganche, en nuestras mentes nos decimos “Wow, soy crack”, mientras que los de afuera lo ven a una cámara lenta y poco estético. “Grande mago!” y la voz de Apo en la publicidad de gatorade refleja bien lo que somos. Somos Ortegas en potencia. La verdad, que lo más parecido que tenemos al burrito, es la noche. Claro, siendo tema delicado para él, para nosotros es solo un tema de fin de semana. Cuántas veces hemos ido con resaca al partido? Uf, montones. Uno se cree canchero, vivo, y todo eso que la juventud quiere. Pero la verdad es que cuando se trata de futbol, la resaca disminuye tu nivel notablemente. Y lo digo por experiencia no muy lejana ya que este sábado tuve una resaca importante que impidió que prácticamente jugara. No me podía mover. Tuve todos los síntomas que la resaca puede dar: dolor de cabeza, estómago revuelto, vómito latente, mareos, cansancio extra, lentitud en las piernas y cabeza, y hasta tuve un calambre en la cabeza (esos que te dan cuando mordés el helado, o tragas algo demasiado frío). Muchos de los jóvenes que jugamos pasamos por esto bastante seguido. En verano, mojamos nuestra cabeza en la pileta antes de salir, en la ducha, o con el barril de agua del predio. Tomamos una gatorade, agua o un par de aspirinas para aliviar el dolor y poder jugar mejor. He visto varias personas vomitar dentro de la cancha, conmigo inclusive. Imposible pensar que todos dejaremos de tomar el viernes para rendir mejor el sábado, ya que no somos profesionales y jugamos por diversión. Jugar borracho definitivamente empeora tu futbol. Haces muchos errores y perdés nivel. Lo sabemos todos. Ortega también. Durante la semana soñamos con los enganches, los pases, los goles y el buen futbol. En nuestros sueños vivimos siendo burritos Ortegas en potencia. Tras una noche de alcohol, mas que Ortegas, terminamos siendo burritos con impotencia (futbolística eh!).
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