A 12 pasos de la gloria

Patear un penal no parece ser muy difícil. Básicamente, es patear la pelota hacia un arco a 12 metros de distancia. Parece ser tan cerca, que son pocas las veces que en el partido pateas a menos distancia. La única oposición parece ser un arquero, que parado sobre la línea, no parecería tener otra que tirarse a adivinar una punta. Esperar a ver donde va puede resultar una estrategia con poca probabilidad de éxito.
Cada jugador tiene su propia estrategia. Algunos patean fuerte y cierran los ojos. Otros ya tienen decidido desde antes a donde patear por lo que solo miran la pelota para apuntar bien. A veces hasta cantando demasiado el tiro. Otra estrategia es esperar el movimiento del arquero y ahí decidir el destino del tiro. Y hay muchas otras formas de patear un penal. Pero no todo es tan fácil como parece. Si no preguntémosle a dos amigos de la casa especialistas en el tema: Jero y Huesos.




El seven de futbol ofrece muchas definiciones por penales. Y ahí se puede ver todo tipo de penales. Se puede ver tiros por arriba, podés ver a algunos anchos, y penales muy bien pateados. Muchos dicen que hay “golazos” de penal. Para mí, no existe tal cosa. Salvo pocas excepciones como el penal de Abreu picándola, pocos son los penales que quedan en el recuerdo de la gente. Los que sí quedan en el recuerdo son aquellos que erraron. Maxi López por ejemplo, siempre quedará manchado con ese penal que termina en las manos del Pato. Cambiasso en el mundial 2006 para el recuerdo negativo Argentino, Donadoni y Serena en el recuerdo positivo.
Más cercano en la historia, muchos de los lectores no olvidarán fácilmente los penales de Jero y Huesos. Ambos tiros fueron al arco. Pero la fuerza y la dirección dejaron mucho que desear. Jero erró por presión. Ante la vista atenta del equipo Mononero sediento de una joda mas, Jero optó por un tirito tan frágil que no fue necesario dar rebote. Siamo fuori. Mas adelante en la tarde, Huesos había llevado a Gremio a la final con golazos de zurda y otros varios toques de distinción. Pero en la última definición no pudo con el arquero de Tota, que no había atajado ningún penal en la semi final. Poca carrera, cabeza levantada y frío en la cabeza. Huesos esperó un movimiento del arquero que nunca sucedió. No la cruzó, no la esquinó. Nada. Tiro suavecito a la mano izquierda del arquero. Y así se fue condenando la final.
Muchos hemos errado penales, algunos tan feos como éstos (Me incluyo en ésta lista larga). Pero pocos serán recordados cómo estos dos. Jero y Huesos estuvieron a 12 pasos de la gloria y fallaron. Viendo estas definiciones recuerdo a un viejo critico de televisión y sus expresiones de bar de pueblo. “Esos dos son panaderos” hubiese dicho. “Mira las masitas que tiraron”.